Biola Javierre, científica: "Que nadie te diga que no puedes dedicarte a la investigación por ser chica"
03.02.2020
A Biola Javierre la pasión por la naturaleza y la ciencia se la inculcaron sus padres. El criarse en un pueblo del Pirineo oscense también influyó. Hoy, a sus 36 años, es jefa de un grupo de investigación en un ámbito en el que a las mujeres les cuesta alcanzar posiciones de liderazgo y el año pasado fue seleccionada entre las quince jóvenes científicas más prometedoras del mundo en el marco de los Premios L’Oréal-Unesco For Women in Science.
"Yo he sido afortunada, no he tenido grandes obstáculos, o al menos no he sido consciente de ellos. También he contado con grandes mentores que me han sabido dirigir y me han animado para que pudiera llegar hasta aquí. Pero no todas tienen la misma suerte", reconoce esta científica del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras. "Las chicas no tienden a ingenierías ni a carreras de física o matemáticas, pero sí a la biomedicina. El problema en nuestro sector viene en las escalas más altas, cuando su presencia cae al 20 o 25%", lamenta.
Los primeros contactos de Biola con un laboratorio se remontan a su infancia, cuando después de clase solía quedarse con su padre, que era profesor, organizando colecciones de plantas o de fósiles. Su labor ahora es mucho más compleja y se basa en descubrir nuevos tratamientos más eficaces y con menos secuelas contra la leucemia infantil. Madre de dos niños, su gran anhelo sería que su esfuerzo sirva para salvar vidas y dar esperanza a familias que reciben un diagnóstico muy cruel.
Cuanto más se comprende la enfermedad más fácil es combatirla y esta experta ha logrado desarrollar una nueva técnica que permite por primera vez saber cuáles son las secuencias reguladoras del genoma que regulan la actividad de cada gen. "En estas leucemias, como en otro tipo de cánceres, la mayoría de las mutaciones, de los errores que suponen el desarrollo de la enfermedad, en vez de afectar a los genes afectan al resto del ADN. Ese tipo de errores no se entendían pero con el método que desarrollé hemos podido comprender cuál es su función", explica.
Esta aragonesa se licenció en Biología y Bioquímica en la Universidad de Navarra y realizó la tesis doctoral en Biología Molecular en la Autónoma de Madrid. Durante el periodo doctoral pasó una pequeña temporada en Alemania "para aprender nuevos métodos" y posteriormente se trasladó al Reino Unido para desarrollar su proyecto postdoctoral en el Laboratorio de Peter Fraser en Cambridge. Hace algo más de un año regresó a España.
Fue durante su etapa en la ciudad británica, que duró cinco años, cuando nacieron sus hijos. "No estaba al mismo ritmo pero tuve muy buenos embarazos que me permitieron hacer vida normal hasta el final y durante la baja maternal pude disfrutar del cuidado de los bebés pero también podía trabajar haciendo algunas cosas conectada al ordenador. Realmente fueron etapas durante las que no paré. Pero porque yo no quería. Para mí mi trabajo es mi hobby, disfruto y quiero estar en esto. Quizás por eso me costó menos reincorporarme", cuenta.
Biola admite que en ciencia es difícil volver a recuperar el ritmo tras un parón porque es un mundo "muy competitivo", en el que el currículum "se va poniendo a cero". Por ello aplaude que a nivel internacional se esté intentado potenciar la reinserción de las madres sobre todo evitando la penalización de esos periodos de no productividad.
En esa línea, el Ministerio de Ciencia, con Pedro Duque a la cabeza, adoptó la decisión de elevar a tres años por cada hijo la etapa exenta de ser tenida en cuenta a la hora de evaluar las trayectorias para todas las convocatorias de proyectos de ámbito nacional y de captación de talento para programas de investigación. La medida era adoptada para ambos sexos, con vistas a que los hombres también se queden a cargo de los niños.
Para que eso sea plenamente posible y la balanza no se decante siempre hacia el mismo lado, esta investigadora reclama además que se igualen los salarios. Si ellas siguen cobrando menos que ellos ocupando un mismo puesto, por un tema de economía familiar siempre serán las que renuncien a su profesión a la hora de decidir quién debe reducir la jornada laboral o dejar de trabajar para poder cubrir el cuidado de los hijos.
El primer estímulo que los niños reciben en las guarderías es que todo son cuidadoras. Es muy difícil ver un cuidador
"Creo que, salvo algunas excepciones, ya nadie piensa realmente que la mujer es inferior. Sí es verdad que todos, incluidas nosotras, tenemos sesgos de los que no somos conscientes. Llegar a la paridad es un camino muy largo, de generaciones, y es necesario un trabajo desde la base", afirma la investigadora y pone como ejemplo las guarderías: "El primer estímulo que los niños reciben cuando empiezan a interactuar con el mundo es que todo son cuidadoras. Es muy difícil encontrar un cuidador y es importante demostrar igualdad desde ese inicio".
Para captar cada vez más el interés de las nuevas alumnas por las denominadas carreras STEAM, las de ciencias, tecnología y relacionadas con el arte, es asimismo esencial que los investigadores parezcan cercanos, "no unos bichos con bata escondidos en el laboratorio". Y como aquellos mentores que apostaron por ella, Biola tiene un mensaje para las jóvenes: "Si realmente quieres dedicarte a la investigación o a cualquier materia en la que estemos menos representadas luches por ello. Que nadie te diga que no puedes por ser chica, porque vayas a ser madre, porque seas mujer".
Fuente: 20 minutos
Artículo completo: https://www.20minutos.es/noticia/4168867/0/biola-javierre-cientifica-nadie-diga-no-dedicarte-investigacion-por-ser-chica/
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